Manuel Pozo Gómez es teniente de Infantería (situación de Reserva) y licenciado en Filología Alemana en la UCM. Estuvo destinado en unidades de montaña como instructor de esquí/escalada y en el Cuartel General del Ejército como traductor de alemán, entre otros destinos. En 2019 se acreditó como mentor en la Red de Mentoring de España.
Al margen de su profesión sus pasiones han sido el fútbol y la literatura. Ha sido entrenador de fútbol en todas las categorías del fútbol base. En cuanto a la literatura es autor del libro de relatos Violeta sabe a café, (Premium editorial) y coautor, entre otros, de los libros Madrid Sky, (Uno Editorial); Cuéntame un gol, cuentos de fútbol (Verbum editorial) y Magerit. Relatos de una ciudad futura (Verbum editorial). También ha sido coordinador y coautor de la trilogía RRelatos HHumanos, RRetratos HHumanos y RRetos HHumanos, publicados con la editorial Kolima. Ha resultado ganador en numerosos certámenes literarios, en la modalidad de relato corto.
Su último libro colaborativo ha sido publicado en 2022 con el título Mentoring aplicado. Ocho historias de éxito.
El origen de la palabra mentor se encuentra en el Canto II de la Odisea, de Homero, cuando Ulises marchó a la guerra de Troya y encomendó a su amigo Méntor el cuidado de su hogar y la educación de su hijo Telémaco. A lo largo de la narración Telémaco se siente inseguro, tiene dudas, y acude a su mentor. Méntor le guia y aconseja con sabiduría. La literatura clásica, además referirse al origen de la palabra “mentor”, que de nombre propio evolucionó con el tiempo a nombre común, ilustra de forma magnífica el papel de consejero, guía o tutor que realiza el mentor y refuerza la idea que quiero transmitir: Los mentores, de una manera u otra, han existido siempre.
La Odisea nos permite llegar al concepto actual de mentoring, que no es más que una relación de desarrollo personal en la cual una persona con más experiencia o conocimientos ayuda a otra menos experimentada o con menor conocimiento. En el proceso de mentoring intervienen dos personas bajo las premisas de confianza y compromiso, en donde el mentor se adapta a las necesidades de su mentorizado y el mentorizado asume voluntariamente las responsabilidades del proceso de aprendizaje. Los dos actores se necesitan, aprenden el uno del otro, se retroalimentan y superan juntos las dificultades del viaje para conseguir un objetivo común.
El mentoring surge muchas veces de una manera natural, como es el caso de Méntor y Telémaco. Ese mentoring natural o espontáneo suele tener una especial relevancia para aquellos jóvenes que quieren ingresar en el Ejército. Ese familiar, amigo o conocido, que se convierte en un ejemplo para nuestro joven aspirante a militar y que habla con él, y le aconseja sobre cómo debe proceder si quiere ingresar en las Fuerzas Armadas, no es otro que su primer mentor.
Actualmente existen mecanismos para conseguir la adaptación de un profesional que se incorpora a una empresa. Estos mecanismos también deberían ser de aplicación en el Ejército, de tal forma que un joven soldado, sargento o teniente que ocupa su primer destino alcance una adaptación lo más rápida posible, y también para que se produzca una transferencia de experiencias y conocimientos de los más veteranos a los más inexpertos y la organización salga beneficiada. Uno de estos mecanismos es el mentoring.
La necesidad de implementar un proceso de mentoring que ayude a los profesionales sin experiencia a adaptarse a la nueva situación, es decir, a un estudiante recién salido de la universidad que llega a una empresa o a un soldado, un sargento o a un teniente recién salido de la academia militar a su nuevo destino, es más apremiante en las Fuerzas Armadas que en cualquier empresa. El motivo es la urgencia. A las pocas semanas de incorporarse a su primer destino el militar puede estar participando en una operación en el extranjero, en una zona de conflicto o en un escenario de guerra. Entonces, las vidas de sus hombres dependerán de las decisiones que tomen. La intensidad de las acciones y las consecuencias de las decisiones son la gran diferencia del liderazgo en el entorno civil y el militar, y esta diferencia en una zona de combate traza una línea entre la vida y la muerte. Por eso creo que el mentoring es más necesario en las Fuerzas Armadas que en ningún otro entorno.
- Rodríguez Díaz, Julio (Autor)