La crisis y la guerra han creado el efecto contrario al esperado: El fortalecimiento de la construcción europea y el compromiso en la seguridad y defensa común
Carlos Uriarte es profesor de derecho de la Universidad Rey Juan Carlos, Especialista en asuntos europeos e internacionales y derecho constitucional, así como secretario general de Paneuropa España. El día de hoy conversamos con él sobre el contexto internacional actual, que resulta una pesadilla que va para largo, y que terminará en el aumento de los tipos de interés; el futuro a corto plazo no parece que vaya a cambiar.
Uriarte tiene una visión especial del contexto europeo, es especialista en el tema, ha sido observador político internacional de elecciones en diversos países, por lo que tiene una excelente perspectiva de lo que está sucediendo actualmente.
Conversamos con él acerca de los difíciles momentos por los que atraviesa Europa y el impacto económico, político y de credibilidad que han traído la crisis provocada por la pandemia del Covid y también de la guerra de Ucrania. Uriarte cree que no se puede planificar correctamente el futuro global hasta que no acabe la guerra de Ucrania, una guerra que traerá además consecuencias imprevisibles para toda la órbita del espacio postoviético por la falta se confianza y seguridad que aporta la nueva situación.
Según el profesor Uriarte, para Rusia China no se ha comportado como cabía esperar, y mantiene una situación prudente y discreta. Sin embargo, la guerra ha traído como consecuencia directa un fortalecimiento, e incluso crecimiento, del compromiso común de los espacios de libertades y seguridad que se asocian a la Unión Europea y la OTAN.
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Entrevista en audio (podcast)
La influencia sobre la construcción europea
La construcción europea se ha vuelto más unida que nunca, algo que hace 4 o 5 años era impensable, y especialmente el Brexit y la guerra ucraniana han producido más unión, no solo en Europa, sino en el vínculo transatlántico con los Estados Unidos. La unión europea ha aprobado un nuevo concepto, que se denomina brújula estratégica que pretende que Europa tenga una autonomía estratégica en plano militar, tecnológico y científico, ofreciendo más independencia en lo que antes no lo era.
Entre toda esta situación, nos preguntamos si queda espacio para la diplomacia, y José María López Guerra, experto en protocolo, nos ha dado la respuesta. Y es que todo problema debería tener cierto nivel de diplomacia, de lo contrario jamás se encontraría la solución adecuada y la más viable. Un ejemplo de ello es la falta de intervención del mundo en la guerra de Ucrania por temor a una guerra nuclear, pues parece ser que no se hace nada, pero esta medida diplomática es esencial para evitar problemas mayores.
OTAN
Esta institución es una comunidad de valores combinado con la alianza militar, cuyo mérito principal es ser la alianza de disuasión más grande, por lo cual jamás busca atacar, sino disuadir para minimizar el conflicto, y lo está logrando, es por ello que el conflicto de Ucrania no se ha internacionalizado hasta el punto de afectar el nivel de seguridad de otras naciones.
No minimiza la magnitud del problema, no le resta importancia al sufrimiento de la nación ucraniana, pero con esa capacidad de disuasión se ha conseguido mantener el conflicto aislado, contenido de forma global.
El panorama de hace 30 años
El debate de la guerra de ucrania no hubiese sucedido de la misma forma hace 30 años, pues hubiese sido tomado como una guerra civil; nadie hubiese intervenido, pero en la actualidad no fue así, lo que significa que los tiempos históricos cambian a pesar de ser llevados a cabo en las mismas estructuras geográficas.
Rusia pretende volver a repetir la historia, pero no es algo permisible; un cambio de fronteras en 2022 es inaceptable, especialmente porque es un país que forma parte del consejo de seguridad de Naciones Unidas y que por supuesto también defiende un orden internacional basado en el estado de derecho.
En el mundo moderno bajo ningún caso es justificable la agresión atroz que se ha llevado a cabo en Ucrania; con un dialogo adecuado esto pudo haberse evitado, pero por supuesto el dialogo no siempre es posible, pero se mantienen abiertas las puertas a la negociación.
La construcción en el espacio postsoviético
Estos suelen ser espacios de difícil construcción y difícil avance, donde las inversiones extranjeras de Estados Unidos, Australia, Japón o la propia Unión Europea se van a ver limitadas por las dudas y falta de garantías en un espacio que Rusia todavía puede considerar suyo, ocasionando la retracción de proyectos muy importantes que quedaron en pausa.
Los problemas territoriales tradicionales se mantienen, evidentemente todas estas situaciones y conflictos que no terminan de acabar siempre van a terminar afectando a las inversiones de cualquier empresa que busca seguridad jurídica y certitud en el futuro de las políticas de estos países.
Son países jóvenes, con espacio para la inversión y una reciente etapa moderna que todavía tienen que demostrar que la etapa soviética ha quedado en el pasado, y que forman parte de la economía de mercado global, sin la influencia rusa. Por lo que aún tienen que demostrarles a todos los inversores mundiales que, si invierten su dinero allí, no correrán riesgos, pues eso es lo que buscan todos los empresarios al poner su dinero en un sitio, que la inversión se mantenga segura.
¿Cuánto tiempo se puede prolongar este conflicto desde el punto de vista económico?
Las guerras no son gratis, tienen un costo muy alto para todos los países involucrados, por lo que tampoco es viable que se perpetúen en el tiempo, además después de la guerra, viene un período de posguerra que deja ver para Rusia un horizonte económico con todas las puertas cerradas de occidente, dejando un muy mal panorama para su futuro.
La situación luce muy complicada para Rusia, por lo que se espera que paren la guerra cuanto antes, pues a medida que transcurre el tiempo, la recuperación económica se ve más lejana y más difícil de alcanzar.
La economía rusa
En general, la economía de Rusia está bastante limitada; a pesar de que en el aspecto limitar sigue siendo una gran potencia, en el plano económico se quedan sin nada, posee una economía débil de aproximadamente del tamaño de Italia, un poco más grande que la de España, pero si ponemos en perspectiva todo el contexto de las sanciones de tan alto nivel que han recibido de aislamiento internacional, por más que quieran diversificar el mercado, como lo han intentado con inversiones energéticas en La India o con acuerdos y contratos con China, esto no va a ser suficiente para la recuperación financiera del país, de la noche a la mañana.
Además, están perdiendo todo el apoyo; de hecho, China no se ha posicionado ni manifestado de la manera esperada por los rusos; los chinos quieren seguir creciendo como lo han venido haciendo, por lo que apuestan a futuro, a una perspectiva de 2050 y no a corto plazo pensando en los intereses actuales de Rusia. Ha dejado claro que esta no es su guerra, y en un mundo global como el actual, esta guerra ucraniana tampoco beneficia a China porque todos los mercados están interconectados.
A pesar de que muchos pensaban de que China era la máxima beneficiaria de esta guerra, cualquier analista puede desmentirlo, pues la conexión de los mercados hace que este tema bélico les repercuta tanto como a los demás países, por lo que el interés común que comparten con Europa, es que la guerra acabe cuanto antes.