Los empresarios, necesitan tener en su organización, un director financiero, un director de marketing, un director de ventas, otro de operaciones, pero se olvidan siempre del abogado. Es cierto que en muchas ocasiones no hace falta tener uno en plantilla de forma permanente, pero el abogado no se le debe de llamar solo cuando uno tiene problemas.
Una de las funciones de un abogado, es asegurar que todas las transacciones que se realizan, en especial los pedidos y los contratos con los clientes, están hechos perfectamente, para que en el caso de que existan problemas, se pueda cobrar o no incurrir en penalizaciones. Al igual que en dirección de proyectos hay un plan de riesgos, entendido como todo aquello que no ha sido planificado, los abogados realizan esta función crítica
Antonio Almendro Ruiz nos cuenta también los principales cambios en la ley concursal y nos cuenta la importancia de hacer buenos acuerdos con los socios, cuando se trata de constituir una empresa.
Libros recomendados por José Luis Portela (TOP 3)
- Carnegie, Dale (Autor)
- Bono, Edward De (Autor)